17 MAYO: DIA CAMPESINO EN CUBA

   El 17 de Mayo constituye para Cuba fecha de especial significación, principalmente para los hombres y mujeres del campo.

   Ese día ocurrió, en 1946, el asesinato de Niceto Pérez García en la zona realenga de El Vínculo, en Guantánamo, a manos de geófagos apoyados por el gobierno de la época.

   El motivo del crimen del honesto campesino, quien defendía la pequeña área que explotaba junto a otros precaristas del lugar, fue su tenaz oposición a entregar el pedazo de tierra en la cual laboraba.

   Su muerte tuvo inmensa conmoción popular, y muestra de ello es que en 1949 asociaciones agrarias y la Federación Estudiantil Universitaria instituyeron esa fecha como el Día del Campesino.

   El Censo Nacional Agrícola de 1945 reflejó que el 71 por ciento de la tierra estaba en poder de latifundistas, concentración que aumentó siete años después cuando los grandes terratenientes azucareros y ganaderos poseían del 87 por ciento de los terrenos cultivables.

   Los datos indicaban: casi las dos terceras partes de los agricultores no eran propietarios del área que trabajaban, y el 21,8 recibía al año ingreso inferior a los 200 pesos.

   El 21 de septiembre de 1958, convocado por el Ejército Rebelde en zonas liberadas del II Frente dirigido por el entonces Comandante Raúl Castro, se realizó el Congreso Campesino en Armas y en aquel momento la situación en el campo cubano se había agravado considerablemente.

   Alrededor del 80 por ciento de la población del país vivía en áreas rurales, más de 200 mil agrarios carecían de tierra y los 400 mil obreros agrícolas solo trabajaban una parte del año; el 42 por ciento de los agrarios era analfabeto.

   Otros datos explican más la vida entonces: sólo la quinta parte de los campesinos consumían leche; el cuatro por ciento comía carne; el 3,4 pan y el uno, pescado. La inmensa mayoría de las viviendas eran de techo de guano, paredes de tablas de palma y el piso de tierra; más de la mitad no tenían servicio sanitario y únicamente el 10 por ciento se beneficiaba de la electricidad.

   El reconocimiento definitivo a lo que representaba la memoria de Niceto Pérez fue la decisión del Comandante en Jefe Fidel Castro al escoger el 17 de Mayo de 1959 para la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, a cuatro y medio meses del triunfo de la Revolución.

   Ese día, en La Plata, en el corazón de la Sierra Maestra, Fidel expresó:

   “Nosotros entendemos que esta Ley inicia una etapa enteramente nueva en nuestra vida económica y que un esplendoroso porvenir espera a nuestra patria si nos dedicamos a trabajar todos con el mayor ahínco.”

   La Ley de Reforma Agraria,  dictada a 13 años del asesinato de Niceto Pérez, permitió distribuir la tierra entre miles de familias campesinas de forma tal que benefició, aproximadamente, a un millón de personas.

   Fue, a la vez, la acción que marcó definitivamente el carácter radical y antiimperialista de la Revolución y el enfrentamiento tenaz del pueblo cubano al gobierno de los Estados Unidos.

   En 1961, dos años más tarde, surgió la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), ahora con más de 350 mil afiliados, quienes arriban a su X Congreso con la entereza de convertir en permanente realidad lo dicho por el joven Raúl Castro en el vivac de Santiago de Cuba unos días después del asalto al cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953:

   “…había que destruir el gobierno primero para después adecentar al país, y hacerlo progresar como es debido; hacer la Reforma Agraria, pero no es solo dar la tierra a los campesinos, es algo más que eso, es darle la tierra y hacerla producir.”