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GUAYACANES, DE CUBA

Cuba: definitivamente Socialismo


   La actualización del modelo económico cubano, que en los últimos años se perfila como cuestión prioritaria, persigue, en lo fundamental, un solo objetivo: enraizar definitivamente el socialismo en la sociedad.
    Llevar adelante un proyecto complejo y multifacético en las condiciones nacionales y del mundo actual y futuro, demanda de la comprensión consciente del pueblo.
    A diferencia del capitalismo, que realiza cambios y ajustes en su proceder de cara al mercado sin interesarle el problema nacional y el de las capas sociales de menores ingresos, Cuba busca garantizar con la panificación una economía sostenible.
   La severa y duradera crisis que afecta al planeta, motivada por los desmanes e irresponsabilidades del sistema bancario estadounidense y también de Europa, provoca violentas medidas para salir del atolladero a costa de la población trabajadora, de los jubilados y pensionados, y de la pequeña empresa.
   Un ejemplo del impacto adverso de la situación económica se puede ver en España, donde fueron eliminados tres millones y medio de puestos de trabajo entre 2008 y 2010, con mayor incidencia entre jóvenes, según el periódico argentino Clarín.
   La Unión Europea augura que la tasa de paro  en el país ibérico seguirá subiendo y, tras cerrar este año en el 20,1 por ciento, en 2011 aumentará hasta el 20,2 por ciento.
   El reordenamiento de la fuerza laboral, parte imprescindible de la actualización del modelo económico cubano, no puede verse como pretenden los agoreros del capital, de que Cuba “lanza al desempleo a medio millón de personas.”
   No es así, pues el objetivo radica en brindarles a los trabajadores la posibilidad de ser verdaderamente útiles en el desempeño de su labor en bien de toda la sociedad, y no a medias o de forma engañosa e ineficiente como ha ocurrido con las llamadas “plantillas infladas.”
    En esto consiste en esencia ese importante paso de la economía cubana, porque el aumento de la productividad será el acelerador de cuanto se haga.
   Por más que los enemigos de Cuba intenten una y otra vez tergiversar lo que hace el país para asentar la eficiencia económica como premisa indispensable para avanzar a metas superiores de gestión y aprovechar adecuadamente el potencial humano en la producción de bienes y servicios, la realidad desborda las malas intenciones.
   Porque lo que plantea el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución que analiza la sociedad cubana y el VI Congreso de la organización política, es precisamente enraizar el socialismo sin hacer concesiones al capitalismo.
   Pero hay algo a tener muy en cuenta: las decisiones que adopte el Congreso pueden ser letra muerta sin la participación consciente del pueblo en los objetivos mediatos e inmediatos a conseguir.
   De ahí, pues, la importancia del conocimiento general y la discusión por las masas del Proyecto de Lineamientos y esta consulta solo puede darse en el socialismo que no sacrifica su razón de ser, sino que lo adecua a la realidad y lo proyecta integralmente a favor de cada uno de los ciudadanos del país.
   Y constituye, además, una real demostración de democracia.

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