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GUAYACANES, DE CUBA

El bloqueo frena desarrollo del transporte cubano

Prensa Latina(PL)

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La Habana.-  (PL) Las pérdidas por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos en el transporte cubano ascendieron en solo un año a 207 millones de dólares, sin contar los daños sociales que implica para el movimiento de carga y pasajeros.

 

Esa cifra, correspondiente al período abril de 2011 hasta abril pasado, crece cada año pues la Casa Blanca arrecia su hostil política contra Cuba para entorpecer cualquier intento de financiamiento, importación o inversión que mejore sus medios de transporte.

Tan es así, que el programa de rehabilitación del transporte ferroviario es hoy posible por maniobras de las autoridades del sector que permiten la adquisición de equipos, piezas de repuesto, insumos y fuentes de financiamiento en lejanos mercados a costos muy elevados.

El director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Transporte (Mitrans), Iván Ricardo Chacón, explicó que si bien los números muestran los efectos del cerco económico hay daños que son incalculables, por ejemplo, el tiempo de paralización de un tren o camión de carga por falta de un recambio.

Cómo se cuantifica la ausencia de un médico, maestra o un obrero a su centro de trabajo porque el ómnibus que los llevaba a su destino se rompió y la pieza de repuesto no se puede comprar en Estados Unidos y debe ser importada desde la lejana Asia.

Qué explicación se le puede dar a un turista que pretende arribar a esta isla caribeña en un crucero de los 140 que operan muy cerca de sus costas y las leyes norteamericanas se lo impiden.

Los grupos navieros de la norteña nación, que dominan el mercado mundial, quieren enviar sus barcos a Cuba, sin embargo, el bloqueo lo impide.

De no existir se calcula que de siete millones de estadounidenses que compran vacaciones de cruceros en el Caribe, al menos un millón pasaría anualmente por terminales cubanas.
Pero esos barcos y los buques mercantes de cualquier país que toquen puertos cubanos continúan imposibilitados de ingresar en los de Estados Unidos por un período de 180 días.

Al brindar más detalles sobre los perjuicios del bloqueo, el directivo del Mitrans explicó que la economía nacional también deja de ingresar dinero fresco por concepto de servicios y suministros a esos buques.

Señaló que la empresa Navegación Caribe cuenta con 90 embarcaciones para prestar servicios marítimos y portuarios, cuya calidad es afectada al no poder garantizar accesorios y recursos mínimos indispensables para los ciclos de reparación y mantenimiento.    Ello es producto del encarecimiento de piezas de repuesto, agregados y otros materiales, además de los elevados fletes que se calculan en 250 mil dólares y de las mermas en las transacciones monetarias dada la imposibilidad de emplear el dólar en los negocios con terceros.

Selecmar, la entidad cubana de enrolamiento de marinos en compañías navieras y armadores de otras nacionalidades, perdió en el último año 70 empleos, al cerrárse contratos a técnicos y especialistas de esta nación en el exterior.

En situación similar están los Astilleros Caribbean Dray Dock, al no poder reparar barcos estadounidenses ni de terceros que negocien con el país norteño, o utilizar tecnologías e insumos que contengan más de un 10 por ciento de componentes de ese mercado, aunque sus propietarios sean nacionales.

Cubataxis y Viazul, ambas encargadas de la transportación de turistas, y Prácticos del Puerto no pueden adquirir piezas de repuesto para sus medios de transporte y solo lo hacen a precios 200 por ciento por encima de los que se venden en Estados Unidos.

En el caso de la Aeronáutica Civil también es alta la afectación por el bloqueo, que en último año suma 269 millones 125 mil 427 dólares, por la imposibilidad de adquirir combustible, insumos y suministros en general.

Solo en el caso del combustible los daños ascienden a cinco millones de dólares, al tener que comprarlo en el Mediterráneo.

A pesar de que el Estado cubano brinda todas las facilidades a las líneas áreas estadounidenses en sus operaciones a varios puntos del país, se mantiene la negativa de autorizar a las cubanas volar hacia ese territorio.

Una nueva y última modalidad es la de impedirle a pasajeros de distintas latitudes emplear tarjetas de crédito emitidas por bancos norteamericanos para la compra de boletos aéreos.

Es esa una demostración de la intransigencia de la Casa Blanca hacia Cuba y del carácter extraterritorial de una política hostil y absurda que ya dura más de 50 años, según las autoridades cubanas.

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